lunes, 9 de abril de 2012

¿QUÉ ES LA ALEXITIMIA?

Para el profesor Francisco Alon­­so-Fernández, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid, la alexitimia se define como un déficit comunicativo emocional y en cuyo origen participan factores cerebrales, orgánicos, psíquicos y sociales.
"Es un perfil de personalidad incapaz de explicar las propias emociones y de reconocer las de los demás, muy difícil para crear vínculos afectivos. Es decir, son hombres con una conciencia emocional precaria, son analfabetos emocionales que no saben intercambiar sentimientos: no expresan los propios ni empatizan con los de los demás poniéndose en la piel ajena. No solo son pobres en la verbalización, sino también en la mímica y en la gestualización", añade el también presidente de la Sociedad Europea de Psiquiatría Social.

Esta precariedad expresiva y comunicativa trae como consecuencia una corporalidad somatizada, que se traduce en dolores en distintas regiones del cuerpo, trastornos digestivos y otras alteraciones físicas.

El neologismo Alexitimia es de origen griego. Significa "ausencia de palabras para expresar emociones". Fue introducido en la bibliografía médica en 1972 en un manual editado por la Universidad de Harvard (EE UU).

Esto era lo que además tenía que sufrir Amelia, de 65 años, cuyo marido "era rarísimo y encima tenía un humor endiablado". Fue su hija Virginia, psicóloga clínica, de 35 años, quien, leyendo una revista en el hospital, descubrió lo que posiblemente le pasaba a su padre y era la causa de tantos años de sufrimiento para su madre. Pero ¿por qué solo afecta a los varones?, se preguntaba. La continuación de la lectura se lo fue aclarando.

Los dos hemisferios cerebrales masculinos tienen menos plasticidad neuronal que los de la mujer y están menos conexionados. A ello hay que agregar que el derecho, que controla las emociones, está subordinado al izquierdo, que controla el lenguaje y el pensamiento abstracto. Esta escisión funcional entre ambos, unida al predominio del hemisferio izquierdo, constituyen los dos rasgos preformados, con carácter atenuado, del alexitímico.

Aparte de la clave neurobiológica, el profesor Alonso-Fernández apunta causas infanto-juveniles (“carencias afectivas", "falta de cuidados maternales en los primeros años de vida") o traumáticas ("haber sufrido traumas psíquicos en la infancia", "secuelas del síndrome de estrés postraumático de niño o adulto").

Este especialista advierte de que el alexitímico no solo es capaz de romper una relación de pareja, sino que también es un elemento perturbador en cualquier grupo o entorno humano en que se desenvuelva. "Como jefe, es una figura laboral poco estimada por sus subordinados, al ejercer su función generalmente con despotismo y mostrarse incapaz de asumir y desarrollar proyectos de largo alcance. Como compañero, suele ser un trabajador antipático y solitario, que no sabe integrarse en el grupo. Y como cualquier miembro en una familia, siempre es un ser raro", abunda.

El catedrático de la Complutense insiste en no olvidar que el alexitímico es "el sujeto somatizador por excelencia". Lo que no se expresa por el canal emocional es vertido por lo somático, por el cuerpo. La bibliografía médica internacional revela que entre el 20% y el 40% de estas personas presentan patología física: dolores inespecíficos crónicos, enfermedades digestivas, ausencia de libido, migrañas, asma bronquial, cuadros depresivos...

TRUCOS PARA SUPERAR LA TIMIDEZ

1. Reconoce tu miedo y acéptalo como algo propio y personal. No intentes sacarlo de ti. No lo conseguirás. Lo mejor es asimilar que te ocurre.

2. Habla sobre tu miedo y compártelo con los demás, es la forma de habituarte a que es una característica tuya y a tratarla con normalidad.

3. Descodifícalo y defínelo: ¿de qué sentimientos se compone ese miedo? Angustia, pena, decepción, culpa, indefensión. Identifica cada uno de los sentimientos y llega al fondo de la cuestión, tal vez descubras que el miedo es una coraza que oculta algo más profundo y a lo que tienes que dedicarle tiempo.

4. Busca toda la información que puedas necesitar. Si tienes miedo a la comunicación con las personas, es absurdo que intentes no saber nada de ello, cada vez estarás peor debido a la falta de información, y tendrás más oportunidades de pensar en lo peor e inventártelo o distorsionarlo. Si estás bien informado esto no te pasará.

5. Reafírmate y céntrate en tus éxitos. Enumera tus cualidades, quiérete. Habla sobre ti mismo con respeto y cariño. Evita las recriminaciones y los insultos.

6. Pídele a alguien que te ayude y te dé apoyo, que funcione como observador, más tarde podrá decirte si lo hiciste bien o no.

7. Concédete un espacio de tiempo para anticipar en positivo, busca opciones distintas y haz un listado de cosas positivas que pueden ocurrir, intenta visualizarte realizándolas con éxito, mira como te desenvuelves de manera adecuada y como consigues tu objetivo. “Estoy hablando con gente y estoy tranquilo”, “se ríen de un chiste mío”, “me escuchan cuando hablo”, “doy mi opinión y es valorada”, etc.

8. Actúa conservando la conciencia de este ideal, de esta anticipación positiva y del apoyo de la persona que te está ayudando.

9. Una vez que hayas superado el miedo y hayas salido con éxito recuerda a la persona que eras antes dominada por el terror y comparte con ella el orgullo del éxito conseguido. Haz una comparación positiva entre lo que eres hoy y lo que eras ayer, será la forma de conseguir tener cada vez menos miedo y adquirir confianza. Si sólo recuerdas la forma positiva de actuar y el trabajo que te costó actuar bien podrás superarlo, ya que te aferras sólo a aspectos positivos de la situación.

10. Intenta expresar las emociones que te provoca el miedo en voz alta y a otras personas. Al hablarlo, se separa de ti y podrás ser más objetivo a la hora de analizarlo. Pide a los demás que te ayuden a vivir con intensidad el miedo, no necesitas soluciones ni alivio, sólo que te escuchen, tú mismo encontrarás la solución cuando te distancies de la emoción en bruto y busques soluciones a los hechos concretos.

11. Intenta hacer una descripción del futuro tal y como a ti te gustaría, viéndote bien y con el problema resuelto. Identifica las sensaciones que te produce y retenlas en tu mente para generar mayor positividad.