viernes, 25 de septiembre de 2015

Célebre Discurso de Steve Jobs en la Universidad de Stanford 2005

Analizando el caos del transporte como un serio problema de salud pública

El caos del transporte como problema de salud pública
Mg. Jorge Shimabukuro
Cada día al iniciar la jornada nos encontramos con un panorama desordenado y hasta caótico en las calles de nuestra ciudad, estamos viviendo en una “jungla” donde existen reglas y normas dadas y que cada vez menos personas respetan, más por el contrario son violadas sistemáticamente e impunemente pues en esta “jungla urbana” en la que “sobrevivimos” todos los ciudadanos, la convivencia ciudadana se hace cada vez más compleja y estresada, caminar por las calles de Lima se ha tornado una incertidumbre, si ya el nivel de delincuencia se ha tornado en “muy peligrosa” para cada ciudadano de a pie sin ser exagerado o dramático, y no es una pseudopercepción o percepción de inseguridad como se nos pretendió hacer creer, la realidad se impone y producto de ello es que surgió lamentablemente “El chapa tu choro…” al que se le añadió la violencia “justiciera” “…Y déjalo paralítico”… De este tema me ocuparé en otro artículo…
El problema del transporte en la ciudad, es como ya sabemos un caos, no tenemos firmeza en poner orden, las reglas y normas existen y son muy claras, sin embargo, es como el “gran bonetón”, nadie quiere tener entre sus manos tamaña responsabilidad porque es como “una papa caliente” o quizá “hirviente”… Qué encontramos en nuestro diario andar… Sales de casa, pones un pie o un zapato fuera y automáticamente ingresas a un mundo caótico, a una realidad donde hay que sobrevivir como puedas, se impone la “ley del más ‘vivo’ el criollazo”, entonces vas por la calle y te diriges a tu destino, trabajo, centro de estudios, colegio, academia, instituto, universidad, otros más temprano salen por el pan y alguito más para el desayuno, otros menos para hacer algo de deporte para iniciar mejor el día…
Y entonces, te encuentras con el “caos”, cada minuto que avanza y empieza a hacerse cada vez más y más caótico, la ciudad se sigue agobiando, autos, taxis, motos, triciclos, coaster, combis, buses, camiones, montacargas, volquetes, y todo lo que puedas imaginar… ahhh claro, peatones, muchos peatones que van y vienen apurados porque están ceñidos a la hora “cabana” y algunos a la “hora peruana”, invaden todo, en su andar desordenado, corren para alcanzar un medio de transporte, no importando si cruzan intempestivamente una pista, se trepan como pueden, esperan sus transportes invadiendo pistas, un carril, lo que dificulta el tránsito de los vehículos, detienen taxis donde mejor les parece, no usan puentes peatonales, porque están muy lejos, porque les da flojera, porque les duele la rodilla, porque les tienen miedo, porque es más rápido cruzar la pista y torear los autos, muchos pretextos, ninguna razón válida y cada cierto tiempo el noticiero anuncia algún atropello y lo vemos en la televisión, fueron captados por las cámaras de seguridad… ¡Qué horror se escucha decir!, y la vida?... continúa… Una señal de la cruz quizá y todo sigue igual… El peatón es tan caótico como el sistema de transporte y el caos del transporte en la ciudad…
Veamos qué pasa con los vehículos en la ciudad, la gente es “fresca como la lechuga”, se zurra en la norma y les importa un bledo si por su accionar perjudican a otros muchos que “tercamente” persisten por seguir y respetar las normas, “pobres ilusos” que no se adaptan a la “jungla de la ciudad”, hasta cuándo van a ser respetuosos de la ley, así es pues, aún quedan ciudadanos respetuosos de las normas “una extraña especie humana en extinción”, resistentes a los embates del cambio climático y hasta hecatombes sociales y urbanos, al parecer inoculados por los “valores”, una verdadera rareza en nuestras ciudades, habrá que hacer un estudio, hay que investigar dicho extraño comportamiento “anormal” para la caótica ciudad… En ese devenir diario, encontramos especímenes “humanos” que estacionan sus autos en la vía pública a su antojo, ocupando un carril e impidiendo el libre tránsito vehicular, una excelente forma de “generar niveles elevados de estrés en hora punta” y contribución para empeorar la salud pública de la población, habrá que darles un reconocimiento público porque “multas o sanciones” es imposible que ocurra en nuestra ciudad, es un insulto y claro pobre de aquel que se atreva a increparle su actitud, recibirá una andanada de insultos y mentadas de madre por doquier por atreverse a reclamar por tan grave ¡osadía!, ¿Quién eres tú, para reclamar?, y el resto de los ciudadanos de a pie, calladitos no más, ¡No hijito, tú no te metas, no es asunto tuyo, no ves cómo es ese energúmeno?, Pero, pero… ¡Te he dicho que no, no te metas, evita problemas!... Y zas, quien pierde en el reclamo, quien tenía la razón… Se queda minimizado, sin apoyo y calladito, renegando tiene que irse derrotado, con el disgusto, el dolor de cabeza, maldición la hora que le tocó vivir en esta ciudad y deseando que se mueran todos, que caigan las 7 plagas y querer salir corriendo o despertar en algún otro lugar del planeta, cualquier otro lugar será mejor… Y se aleja con un problema en su salud, que aún no lo ha detectado y quizá más adelante lo pueda descubrir en algún chequeo de rutina, entonces se enterará que todo esto es un problema de salud pública…
Otra perla, que hacen los ciudadanos cuando están apurados, detienen un taxi, el problema, es que lo hacen donde mejor les plazca, y que les importa si perjudican a los demás, sólo importa su apuro, y su necesidad, y claro cómplice de ello, el taxista, sea formal o informal igual no más, respeto a las normas, para que, es chapa tu pasajero o se lo lleva el de atrás, entonces “maniobras temerarias” vengan a mí es el lema del “señor” del taxi y luego de detenerse intempestivamente, toca “negociar” el precio, y el tiempo señor, el tiempo avanza, esos segundos eternos y la fila de autos detrás impacientes, claxon… luces, gritos, maniobras para cambiar de carril, más luces de los autos del carril que quieren invadir los que se encuentran atrapados, porque aún no se mueve el imprudente que estuvo a punto de provocar un accidente porque se detuvo sin previo aviso, porque en ese momento era “un cazador” y vio a su “presa” y por “suerte” no ocurre un choque, pero algunos “sustos” y frenazos y discusiones en el interior de los otros carros, reclamando su forma de manejar, sin tener mayor culpa, pero, alguien paga y el estrés gana… Problemilla de salud pública también…
Bueno similar situación es provocado por el transporte público, no avanzan, se quedan estacionados en una esquina, esperando sus pasajeros, mientras la luz del semáforo indica que debes avanzar, otra vez la misma conocida historia, y en ambos casos, logras ver que un brazo que se asoma y con la mano, el gesto de avanza, qué amable conductor, te impide avanzar pero te señala que cambies de carril porque se le ocurrió que no va avanzar y quien está detrás está con su señal de la direccional que va girar a la derecha y no puede hacerlo mientras el “amable conductor” de la combi decide que es su “paradero” y espera llenar su unidad, a renegar, pasar un mal rato, tratar de maniobrar, un poquito difícil, pero tienes que apelar a que eres un buen “caña”, para no quedar como un “monse”, entonces te adaptas y arremetes a invadir el otro carril y el conductor que viene por su carril correcto, se enoja, te enciende las luces, toca el claxon, y se rinde y baja la velocidad, te increpa por tu accionar, discutes, y el señor de la combi  mirando tamaño espectáculo, mira y “sonríe de medio lado”, con él no es la cosa… Y el desorden y el caos continúan…
Es notable cómo el boom de la construcción se ha apoderado de calles sin piedad, los volquetes por doquier, invaden un carril y tienen “permiso” para ello, y el libre tránsito, que importa, hay que priorizar lo que deja “impuestos”, ganancias, utilidades, el tema es para quien no?... Tienen protección policial muchas de esas obras, un policía se encarga que esos volquetes, mezcladoras de concreto y lo que sea necesario se tomen el tiempo que quieran para ocupar el carril o a veces todos los carriles porque se atraviesan de lado a lado por varios minutos para descargar material, por consiguiente, detienen el libre tránsito y se embotella la calle y la otra calle y los cruces y se hacen nudos de nudos, cuellos de botella a veces que parecen interminables como caravanas de clasificación al mundial… Esto no es todo, ese transitar de vehículos pesados y también de carga (no se salvan tampoco), deterioran las pistas que desde ya no tienen buen mantenimiento y cuando las reparan el material es de muy mala calidad y duran poco tiempo se hunden, se hacen cráteres que el conductor debe evadir, con maniobras temerarias y generando más caos y mal humor, además de accidentes muchos con consecuencias que lamentar, los vehículos se dañan más rápido y pierden valor comercial además de convertirse en peligro para la salud pública…
Otro tema vinculado son los rompemuelles antitécnicos que literalmente cumplen su función y rompen muelles, dañan amortiguadores, palieres y no sé qué otras piezas de los vehículos, provocan caos, enlentecen el tránsito, y muchas de ellas no tienen sentido que estén, cuando hay semáforos, estos últimos son un problema también pues muchos están descompuestos, tienen luces inoperativas, que confunde pues no sabes si te da pase o no, provoca accidentes, los que llaman inteligentes son “brutos”, mal calibrados, tardan demasiado en darte pase, luego tienes 15 segundos o menos para cruzar una avenida ancha tipo Salaverry por ejemplo, si el chofer de adelante estaba entretenido leyendo su diario de a china, pierde valiosos segundos y sólo pasa él y los demás a esperar y la recatafila de autos rugiendo en tu nuca por “lenteja” y sólo respetas las reglas, que te haces si avanzas te quedas atrapado a medio camino e invades la ciclovía de las islas por consiguiente te ganas el repudio del ciclista si es que no te lo llevaste de encuentro por acelerar y querer ganarle a la luz ámbar, en este momento el nivel de estrés ya está en la estratósfera… O sea un problema de salud pública… Si nuestros amigos policías o amigas policías deciden dirigir el tránsito en las vías más congestionadas como la Javier Prado, entonces es posible que el caos se agudice, ya que el semáforo es solo un adorno y tú ves con frustración e impotencia que no te dan el pase, mientras la impaciencia crece a tu alrededor, y es posible que uno que otro vendedor o limpia lunas te empiecen a acosar en esta jungla urbana, o malabaristas que se adueñan de las cebras y el peatón cruza por donde puede o donde quiere, y cuando te dan pase te encuentras con una serie de obstáculos humanos atravesados por doquier y tu ansiedad se incrementa, tu irritabilidad y peligra tu salud psicológica… Y para rematar el asunto, es posible que seas testigo o víctima de un asalto o bujiazo en la espera del ansiado pase para poder circular…
Será esto todo lo que tenemos que evaluar, pues creo que no… Existe una norma de hace unos años que hace obligatorio las revisiones técnicas y no se puede entender o quizá sí, si no nos hacemos a los tontos o dejamos de ser ingenuos, cómo es posible que muchas unidades de transporte o vehículos estén en tal mal estado y no solo contaminan sino que se quedan averiados lo que genera problemas para la fluidez del tránsito, otra vez caos, sin contar claro está con los accidentes graves que pueden provocar…
Obras públicas, más caos, te cierran las calles y planes de desvío, o mejor te mandan al desvío, obras incompletas, desmonte, mala señalización y otra vez el caos en la ciudad, terminan la obra y no quitan los materiales sobrantes, todo quedó ya muy bien, y otra vez el caos porque se les ocurre cerrar carriles porque olvidaron un detalle pintar la pista colocar señales despacio, las cebras, líneas que dividen los carriles, líneas amarillas, blancas, etc…
Y si hay que movilizar dignatarios o se produce algún evento mundial, te cierran las calles, plan de desvío otra vez y el caos…
La imprudencia es tan temeraria que hasta las unidades de emergencia transgreden las normas, invaden los carriles contrarios, invaden los carriles del metropolitano, etc… Porque el caos del transporte es tan caótico que no hay espacio para dejarles el carril libre para que puedan pasar o por último no les importa a los que están adelante, no es su problema ni su emergencia…
Hay infractores imprudentes por doquier, dan vuelta donde no deben, corren como si fuesen fórmula 1 en la vía expresa, hacen concursos de piques ilegales, conducen ebrios o con otras drogas encima, conducen con carga peligrosa, llevan cargas en exceso, pasajeros en exceso, no se usa cinturones de seguridad, retroceden imprudentemente mayormente taxis, conducen entre dos carriles lo que impide transitar con fluidez mayormente ciertos buses  grandes y abusivos, o se atraviesan y no te dejan pasar, todo un caos de caos… Te pones neurótico y embroncado…
Si ocurre un tope o te chocan se arma el caos generalizado es de escándalo y se genera una situación insostenible, mejor arregla no más te dice tu bróker de seguros, ¿y para qué pagas seguro?... Si te dicen mejor arregle no más aquí, si no hay que ir a la comisaría, tiene que pagar la prima, debe pasar el dosaje etílico y va perder su tiempo, mejor arregle… O sea paga tu seguro para asesorarte que no sigas las normas establecidas para incidentes o accidentes de tránsito…
Algo más señor… Que la autoridad o los servidores públicos se adueñan de calles, pistas y veredas, más aún si son policías o de la fiscalía o de los juzgados quienes son los primeros en el deber de cumplir las reglas y normas, muchos o algunos de ellos, aunque deben ser más bien muchos de ellos son los primeros transgresores de la ley, estacionen donde les parece, por ejemplo, pueden estacionarse en doble fila, estacionar bloqueando la ciclovía, invadir las veredas sobre todo frente a la comisaría encontraremos de todas formas, no hay pierde, autos siniestrados y te dicen que no tienen donde dejarlos, no tienen cocheras o depósitos y es generalizado, los funcionarios del Estado se apoderan de espacios que no están destinados a parqueo, es un serio problema y el perjudicado es el peatón y los que deben hacer uso de las vías para circular.
Las empresas repartidoras de lo que sea suelen estacionar sus vehículos de reparto sea gaseosas, abarrotes, gas, repuestos de algo, mercadería en general, obstruyendo la pista como consecuencia impiden el libre tránsito, lo hace más lento, lo paraliza, genera mayor congestionamiento y por ende lo mismo de lo mismo y afecta la salud integral de las personas, o sea un serio problema de salud pública…
¿Eso es todo?... ¡No!, ¿no?, pues no, tenemos problemas en las carreteras, que pueden generar accidentes, como consecuencia de bloqueos por protestas, quema de llantas, etc… Marchas de sindicatos, marchas de estudiantes, marchas de todo tipo y bloquean calles, te cierran calles por amenazas de bombas, te cierran calles por pasacalles, desfiles, procesiones, fiestas, aniversarios, para jugar fulbito, por lo que sea, te ponen rejas de seguridad, muros que impiden transitar y se genera el caos, qué ciudad que tenemos…
Finalmente, la costa verde, solo de nombre, es una trampa mortal, ahora más con el tercer carril y los deslizamientos de piedras de los acantilados es un grave problema y todo lo que se hace mal o no se hace en transporte genera desorden y problemas de salud pública…
Aún hay más, la imprudencia del peatón y del conductor conducir sin cinturón de seguridad, sin luces, sin revisión técnica real, bajo los efectos de sustancias psicoactivas, sin licencia de conducir, sin respetar las normas, a excesiva velocidad y todo lo que señala el reglamento…Operativos sorpresa previo aviso, el datero que le avisa al conductor, operativo más adelante, y gracias manito y le lanza sus centavitos, y se burla de la ley y los operativos, por último si le ponen una infracción, ni la pagan y siguen circulando, no se interna el vehículo al depósito, ya ni hay espacio, no se sanciona efectivamente, los procesos tardan años para resolverse, mucha desidia de las autoridades ante la grave problemática.
Y seguimos, muchas cosas vemos la hora punta es de terror, las vías se congestionan, los letreros luminosos, letreros y cartelones colocados para obstruir la visión del conductor, la mala señalización de los límites de velocidad, y se viene la campaña electoral y las pancartas serán un suplicio, no sólo por la contaminación visual, sino por la obstrucción que generan y se convierte en un peligro de accidentabilidad. Ni que decir, de los juegos panamericanos del 2019 ¿Qué hace que esto sea así?, es una pregunta interesante, aparentemente sin solución, un misterio por resolver, ni siquiera la Reforma del transporte ha sido una solución… Estamos avisados y lo vemos siempre, La solución es Seguridad Vial respeto a las normas y al reglamento, difusión desde las escuelas, sanciones reales ejemplares, Tolerancia CERO sea quien sea el transgresor debe ser igualmente sancionado y seguramente que en tiempo record tenemos una ciudad ordenada


viernes, 11 de septiembre de 2015

La Teoría de la Personalidad de Albert Bandura

La Teoría de la Personalidad de Albert Bandura
Nuevos aspectos del aprendizaje y del autoconcepto constituyeron esta teoría.
El psicólogo y teórico Albert Bandura nació en Canadá a finales del año 1925. A punto de entrar en la década de los ‘50, Bandura se licenció en Psicología en la Universidad de Columbia.
Dado su brillante expediente, en 1953 empezó a ejercer la docencia en la prestigiosa Universidad de Stanford. Años más tarde, Bandura ostentó el cargo de presidente en la APA (American Psychological Association).
Sus teorías siguen siendo vigentes hoy en día, y en Psicología y Mente ya nos hemos hecho eco de algunas de ellas:
La Teoría de la Personalidad: antecedentes y contexto
El conductismo es una escuela de la Psicología que subraya la importancia de los métodos experimentales y trata de analizar las variables observables y medibles. Por tanto, tiende a rechazar también todos los aspectos de la psicología que no puedan asirse, todo lo subjetivo, interno y lo fenomenológico.
El procedimiento habitual que usa el método experimental es la manipulación de ciertas variables, para posteriormente valorar los efectos sobre otra variable. A raíz de esta concepción de la psique humana y de las herramientas disponibles para evaluar la personalidad, la Teoría de la Personalidad de Albert Bandura da una relevancia mayor al entorno como génesis y modulador clave de la conducta de cada individuo.
Un concepto nuevo: el determinismo recíproco
Durante los primeros años como investigador, Albert Bandura se especializó en el estudio del fenómeno de la agresión en adolescentes. Pronto se percató que, aunque los elementos observables eran cruciales a la hora de establecer unas bases sólidas y científicas para el estudio de ciertos fenómenos, y sin renunciar al principio de que es el ambiente el que causa el comportamiento humano, cabía también realizar otra reflexión.
El ambiente causa la conducta, ciertamente, pero la conducta también causa el ambiente. Este concepto, bastante innovador, fue denominado determinismo recíproco: la realidad material (social, cultural, personal) y el comportamiento individual se causan mutuamente.
Los procesos psicológicos completan la ecuación (del conductismo al cognitivismo)
Meses después, Bandura dio un paso más allá y empezó a valorar la personalidad como una compleja interacción entre tres elementos: el ambiente, el comportamiento y los procesos psicológicos individuales. Estos procesos psicológicos recogen la capacidad humana para retener imágenes en la mente y los aspectos relacionados con el lenguaje.
Este es un aspecto clave para comprender a Albert Bandura, puesto que al introducir esta última variable abandona los postulados conductistas ortodoxos y comienza a acercarse al cognitivismo. De hecho, Bandura es considerado actualmente como uno de los padres del cognitivismo.
Agregando la imaginación y los aspectos relativos al lenguaje a su comprensión de la personalidad humana, Bandura parte de unos elementos mucho más completos que los conductistas puros, como B.F. Skinner. Así, Bandura analizará aspectos cruciales de la psique humana: el aprendizaje por observación (también llamado modelado) y la auto-regulación.
Aprendizaje por observación (modelado)
De los numerosos estudios e investigaciones que llevó a cabo Albert Bandura, existe uno que fue (y sigue siendo) objeto de especial atención. Los estudios sobre el muñeco bobo. La idea surgió a partir de un video grabado por uno de sus alumnos, donde una niña golpeaba repetidamente un muñeco hinchable con forma de huevo llamado “Bobo”.
La niña atizaba sin piedad al muñeco, mientras le gritaba “¡estúpido!”. Le pegaba, tanto con puñetazos como con un martillo, y acompañaba estas acciones agresivas con insultos. Bandura enseñó el video a un grupo de niños de una guardería, que disfrutaron del video. Más tarde, una vez terminada la sesión de video, los niños fueron conducidos hasta un salón de juegos, donde les esperaba un muñeco bobo nuevo y martillos pequeños. Obviamente, también se encontraban en la sala Bandura y sus colaboradores, analizando la conducta de los retoños.
Los niños no tardaron en agarrar los martillos y ponerse a pegar al muñeco bobo, mimetizando los insultos de la niña del video. Así, al grito de “¡estúpido!”, copiaron todas las ‘fechorías’ que habían visto minutos antes.
Aunque las conclusiones de este experimento quizá no parezcan muy sorprendentes, sirvieron para confirmar varias cosas: los niños cambiaron su conducta sin que existiera ningún refuerzo dirigido a realizar dicho comportamiento. Esto no resultará una reflexión extraordinaria para cualquier padre o docente que haya compartido tiempo con niños, pero sin embargo sí creó un cisma respecto a las teorías de aprendizaje conductuales.
Bandura denominó a este fenómeno “aprendizaje por observación" (o modelado). Su teoría del aprendizaje la puedes conocer a través de este resumen:
Modelado: analizando sus componentes
Atención, retención, reproducción y motivación
El estudio sistemático y las variaciones de la prueba del muñeco bobo permitieron a Albert Bandura establecer los distintos pasos involucrados en el proceso de modelado.
1. Atención
Si quieres aprender cualquier cosa, debes prestar atención. Asimismo, todos los elementos que supongan un obstáculo a prestar la máxima atención posible, redundarán en un peor aprendizaje.
Por ejemplo, si estás intentando aprender algo pero tu estado mental no es el más idóneo (porque estás medio dormido, te encuentras mal o has tomado drogas), tu grado de adquisición de nuevos conocimientos se verá afectado. Lo mismo ocurre si cuentas con elementos distractores.
El objeto por el cual prestamos atención también tiene ciertas características que pueden atraer más (o menos) nuestro foco atencional.
2. Retención
No menos importante que prestar una atención adecuada, es ser capaces de retener (recordar, memorizar) aquello que estamos estudiando o intentando aprender. Es en este punto donde el lenguaje y la imaginación tienen un papel importante: retenemos lo que hemos visto en forma de imágenes o descripciones verbales.
Una vez que hemos guardado los conocimientos, imágenes y/o descripciones en nuestra mente, somos capaces de recordar conscientemente esos datos, de forma que podemos reproducir lo aprendido e incluso repetirlo, modulando nuestro comportamiento.
3. Reproducción
Cuando llegamos a este paso, debemos ser capaces de decodificar las imágenes o descripciones retenidas para que nos sirvan para cambiar nuestro comportamiento en el presente.
Es importante comprender que, a la hora de aprender a hacer algo que requiera una movilización de nuestra conducta, debemos ser capaces de reproducir el comportamiento. Por ejemplo, puedes pasarte una semana viendo videos de patinaje sobre hielo, pero no ser capaz ni de ponerte unos patines sin caerte al suelo. ¡No sabes patinar!
Pero sí en cambio sí sabes patinar sobre hielo, es probable que la visualización repetida de videos en que patinadores mejores que tú realizan saltos y piruetas redunde en una mejora de tus habilidades.
También es importante, con respecto a la reproducción, saber que nuestra capacidad para imitar comportamientos va mejorando paulatinamente cuanto más practicamos las habilidades involucradas en determinada tarea. Además, nuestras capacidades tienden a mejorar con el simple hecho de imaginarnos a nosotros mismos realizando el comportamiento. Esto es lo que se conoce como “Entrenamiento Mental” y es muy usado por deportistas y atletas para mejorar su rendimiento.
4. Motivación
La motivación es un aspecto clave a la hora de aprender esos comportamientos que queremos imitar. Debemos tener razones y motivos para querer aprender algo, en caso contrario va a ser más complicado focalizar la atención, retener y reproducir dichas conductas.
Según Bandura, los motivos más frecuentes por los cuales queremos aprender algo, son:
  • Refuerzo pasado, como el conductismo clásico. Algo que nos ha gustado aprender anteriormente tiene más papeletas para gustarnos ahora.
  • Refuerzos prometidos (incentivos), todos aquellos beneficios futuros que nos empujan a querer aprender.
  • Refuerzo vicario, que nos dota de la posibilidad de recuperar el modelo como refuerzo.
Estos tres motivos están vinculados a lo que tradicionalmente han considerado los psicólogos como los elementos que “causan” el aprendizaje. Bandura explica que tales elementos no son tanto los “causantes” como sí los “motivos” de querer aprender. Una diferencia sutil pero relevante.
Desde luego, las motivaciones negativas también pueden existir, y nos empujan a no imitar determinado comportamiento:
  • Castigo pasado
  • Castigo prometido (amenazas)
  • Castigo vicario
Autorregulación: otra clave para entender la personalidad humana
La autorregulación (esto es, la capacidad para controlar, regular y modelar nuestro propio comportamiento), es la otra clave fundamental de la personalidad. En su teoría, Bandura apunta a estos tres pasos hacia la autorregulación:
1. Auto-observación
Nos percibimos a nosotros mismos, evaluamos nuestro comportamiento y esto sirve para establecer un corpus coherente (o no) de lo que somos y hacemos.
2. Juicio
Comparamos nuestros comportamientos y actitudes con ciertos estándares. Por ejemplo, solemos comparar nuestros actos con los culturalmente aceptables. O también somos capaces de crear actos y hábitos nuevos, como por ejemplo salir a correr cada día. Además, podemos inculcarnos el valor por competir con los demás, o hasta con nosotros mismos.
3. Auto-respuesta
Si en la comparación que hacemos con nuestros estándares salimos bien parados, nos damos respuestas de recompensa positiva a nosotros mismos. En caso de que la comparación nos cree malestar (porque no nos ajustamos a lo que creemos que sería correcto o deseable), nos damos respuestas de castigo. Estas respuestas pueden ser desde lo más puramente conductual (quedarnos trabajando hasta tarde o pedir perdón al jefe), hasta aspectos más emocionales y encubiertos (sentimiento de vergüenza, autodefensa, etcétera).
Uno de los elementos importantes en Psicología y que sirven para comprender el proceso de autorregulación es el autoconcepto (también conocido como autoestima). Si echamos la vista atrás y percibimos que hemos actuado a lo largo de nuestra vida más o menos de acuerdo a nuestros valores y hemos vivido en un ambiente que nos ha conferido recompensas y elogios, tendremos un buen autoconcepto y por tanto una autoestima alta. En caso inverso, si hemos sido incapaces de vivir de acuerdo a nuestros valores y estándares, es probable que tengamos un pobre autoconcepto, o autoestima baja.
Recapitulando
Albert Bandura y su Teoría de la Personalidad basada en los aspectos conductuales y cognitivos involucrados en el aprendizaje y en la adquisición de comportamientos tuvo un gran impacto en las teorías de la personalidad y en la terapia psicológica. Sus tesis, que partían de los postulados conductistas pero abrazaron elementos innovadores que permitían explicar mejor los fenómenos concernientes a la personalidad humana, le valieron un amplio reconocimiento en la comunidad científica.
Su acercamiento a la personalidad no fue meramente teórico sino que priorizó la acción y la solución a los problemas prácticos vinculados, sobre todo, al aprendizaje en la infancia y la adolescencia, pero también a otros campos de gran calado.
La Psicología científica parecía haber encontrado en el conductismo, en los tiempos en que Bandura daba sus primeros pasos como docente, un lugar privilegiado dentro del mundo académico, donde la base del conocimiento se extrae mediante estudios medibles. El conductismo era el acercamiento preferido por la gran mayoría, puesto que se fundamentaba en lo observable y dejaba a un lado los aspectos mentales o fenomenológicos, no observables y que por tanto no se acoplaban al método científico.
Sin embargo, a finales de los años 60 y gracias a figuras capitales como Albert Bandura, el conductismo ha ido dejado paso a la “revolución cognitiva”. La psicología cognitiva aúna la orientación experimental y positivista del conductismo, pero sin secuestrar al investigador en el estudio de comportamientos observables externamente, puesto que es precisamente la vida mental de las personas los que deben permanecer siempre en la órbita de lo que trata de investigar la Psicología.


Fuente:  http://psicologiaymente.net/personalidad/teoria-de-la-personalidad-albert-bandura#!

LA AUTOEFICACIA DE BANDURA

La Autoeficacia de Albert Bandura

Para entender lo que significa la teoría de la autoeficacia, voy a formularte una pregunta. Primero piensa en alguna meta que te gustaría alcanzar. La autoeficacia forma parte de los componentes axiales de la personalidad, según Bandura. Para ahondar en ello puedes leer:
"La Teoría de la Personalidad de Albert Bandura"
Al afrontar el desafío, ¿sientes que estás a la altura y puedes conseguir el objetivo? Si eres una de esas personas que representan la famosa frase que Barack Obama utilizó para su campaña política que le llevo al poder en 2008: “Yes, we can!” (Podemos), seguramente tengas una autoeficacia alta para esa meta o tarea específica y confías en tus habilidades para conseguir ese objetivo. 
Si por el contrario, piensas que ese reto te viene grande o no confías en tus capacidades para conseguirlo, tienes una percepción de autoeficacia débil.

¿Qué es Autoeficacia?

La autoeficacia es un concepto que introdujo Albert Bandura, un psicólogo ucraniano-canadiense que nació en 1925. En 1986, elaboró la Teoría del Aprendizaje Social, referente a la regulación de la motivación y la acción humana, que implica tres tipos de expectativas: las expectativas de situación-resultado, las expectativas de acción-resultado y la autoeficacia percibida. Hoy os hablaré de la autoeficacia
La autoeficacia, o las creencias en tus habilidades para tratar con las diferentes situaciones que se presentan, juega un rol importante no solamente en la manera de sentirte respecto a un objetivo o tarea, sino que será determinante para conseguir o no las metas en tu vida. El concepto de autoeficacia es un aspecto central en la psicología, ya que enfatiza el rol del aprendizaje observacional, la experiencia social, y el impacto en el desarrollo personal de una persona.
En la teoría de Albert Bandura, se defiende que la autoeficacia es un constructo principal para realizar una conducta, ya que la relación entre el conocimiento y la acción estarán significativamente mediados por el pensamiento de autoeficacia. Las creencias de autoeficacia, es decir, los pensamientos que tiene una persona sobre su capacidad y autorregulación para poner en marcha dicha conducta serán decisivas. 
De esta manera, las personas estarán más motivadas si perciben que sus acciones pueden ser eficaces, esto es si hay la convicción de que tienen habilidades personales que les permitan regular sus acciones. Bandura considera que influye a nivel cognitivo, afectivo y motivacional. Así, una alta autoeficacia percibida se relaciona con pensamientos y aspiraciones positivas acerca de realizar la conducta con éxito, menor estrés, ansiedad y percepción de amenaza, junto con una adecuada planificación del curso de acción y anticipación de buenos resultados.

El papel de la Autoeficacia

Todo el mundo puede identificar los objetivos que quieren lograr o los aspectos de su vida que les gustaría cambiar. Sin embargo, no todos piensan que llevar estos planes a la acción es algo fácil. Las investigaciones han demostrado que la autoeficacia de cada individuo juega en un papel importante a la hora de afrontar una meta, tarea o desafío. 
Los individuos con una autoeficacia alta están muy interesadas en las tareas en las que participan, ven los problemas como desafíos estimulantes, experimentan un compromiso elevado hacía sus intereses y actividades, y se recuperan rápido de sus fracasos. Por el contrario, los individuos con una autoeficacia baja o débil: evitan tareas u objetivos desafiantes, piensan que las metas difíciles están fuera de su alcance, e interpretan los fracasos como algo personal.

Desarrollo de la Autoeficacia

Las creencias de autoeficacia se desarrollan en edades tempranas de la infancia mientras se viven diferentes experiencias o situaciones. No obstante, el desarrollo de la autoeficacia no termina en la infancia o la adolescencia, sino que continúa su evolución a lo largo de la vida mientras la gente adquiere nuevas habilidades, conocimiento, o vive nuevas experiencias.
Las creencias de autoeficacia se forman a partir de la información aportada por un total de cuatro fuentes:

1. Los logros de ejecución

Las experiencias pasadas constituyen la fuente de información de autoeficacia más importante, ya que se basan en la comprobación del dominio real. Repetir el éxito en determinadas tareas aumenta las evaluaciones positivas de autoeficacia mientras que los fracasos repetidos las disminuyen, especialmente cuando los fracasos no pueden a circunstancias externas.

2. Experiencia vicaria u observación

El modelado es importante ya que al ver (o imaginar) a otras personas ejecutar exitosamente ciertas actividades, una persona puede llegar a creer que el mismo posee las capacidades suficientes para desempeñarse con igual éxito. Esta fuente de autoeficacia adquiere particular relevancia en los casos en los cuales los individuos no tienen un gran conocimiento de sus propias capacidades o tienen poca experiencia en la tarea a realizar.

3. Persuasión verbal

La persuasión verbal es otra importante fuente de autoeficacia, especialmente en aquellas personas que ya disponen de un nivel elevado de autoeficacia y necesitan solamente de un poco más de confianza para realizar un esfuerzo extra y lograr el éxito.

4. Estado fisiológico del individuo

Los múltiples indicadores de activación autonómica, así como los dolores y la fatiga pueden ser interpretados por el individuo como signos de su propia ineptitud. En general las personas tienden a interpretar los estados elevados de ansiedad como signos de vulnerabilidad y como indicadores de un bajo rendimiento. El humor o los estados emocionales también van a tener impacto en cómo uno va a interpretar las experiencias.

Conclusión

En resumen, la autoeficacia es la apreciación de las capacidades que uno tiene y se centra en las creencias de tener los recursos necesarios y la habilidad de triunfar en un contexto determinado. Es un concepto importante para la psicología y el desarrollo personal ya que refuerza la idea de que los seres humanos pueden seleccionar o eliminar actividades futuras por medio de sus propios mecanismos cognitivos, y brinda una visión no reduccionista del ser humano y de la complejidad de influencias que afectan a su conducta. 
Los individuos son vistos como proactivos y autorreguladores de su conducta más que como reactivos y controlados por fuerzas ambientales o biológicas.

domingo, 6 de septiembre de 2015

¿Qué son las distorsiones cognitivas?

LAS DISTORSIONES COGNITIVAS
Muchas veces nuestros pensamientos (no la realidad) son los que hacen que nos sintamos mal, y muchas veces no nos percatamos, pues al fin y al cabo, nuestros pensamientos los interpretamos como si fueran reales. Pero hay que tener en cuenta que la mente es una experta en distorsionar lo que ocurre y darle más importancia a las cosas o exagerar los eventos, y con esto hacer que nos sintamos peor. Un ejercicio que suelo practicar con mis pacientes es el siguiente: Les propongo el siguiente ejercicio de imaginación: "Imagina en estos momentos cerrando tus ojos que estás observando una manzana, ¿ya lo tienes?, Ok, ahora quiero que lo describas al detalle, .... luego que la persona ha descrito la manzana, le pido a continuación que imaginariamente coja la manzana y le de un suave mordisco y que me diga lo que experimenta, si está dulce, jugosa, etc... Luego le digo observa nuevamente la manzana y date cuenta que está podrida y agusanada, que es lo que creen que va ocurrir, exactamente, un gesto de desagrado acompañado de un huácala, qué asco!!!.. Entonces le digo ¿Qué pasó?, y me empiezan a contar que fue una experiencia muy desagradable y luego les digo, espera un momento, ¿no te das cuenta que no tenemos ninguna manzana en este momento?, por lo tanto, la realidad no es igual a la imaginación o al pensamiento, lo que ha ocurrido es una fusión entre el pensamiento y su significado que se le adosa o atribuye... ¿Qué podemos hacer? Pues lo primero es saber reconocer cuando esto ocurre, y para ello voy a describir las distorsiones cognitivas más frecuentes.

¿Qué es una distorsión cognitiva?
Se entienden como un error en el procesamiento de la información asociado a unas creencias desadaptativas o que no se ajustan al entorno. Este error en el procesamiento puede influir en la conducta y en el estado emocional. Estas percepciones y pensamientos distorsionados son acerca de uno mismo, del mundo y del futuro.
Las distorsiones cognitivas no son un trastorno ni una enfermedad, pero sí es cierto que son parte del cuadro central de muchos trastornos como los trastornos de personalidad o la depresión, que pueden llegar a mantenerse por estas corrientes de pensamiento erróneas.
Pongamos un ejemplo: Un hombre de 35 años, sus amigos se han olvidado de avisarle para quedar, otro día les dice de quedar y ellos no pueden. Él piensa: “Mis amigos pasan de mi” “Se habrán cansado de mi” (pensamiento distorsionado). En esta situación, hasta que no hable con ellos no puede confirmar el motivo, con lo cual no debería inferir que sus amigos no le quieren o que pasan de él. Es más fácil pensar que es una coincidencia y ya después de comprobar el motivo hacer inferencias. Este pensamiento le va a hacer sentir triste y mal y además tener rencor hacia sus amigos. Podría haber evitado este malestar si no hubiera aceptado ese primer pensamiento como verídico.
¿Por qué ocurren las distorsiones?
Suelen ocurrir por aprendizaje de experiencias pasadas, acabamos generalizando esa forma de pensar al resto de nuestra vida. Puede que en su origen y en ese momento estos pensamientos fueran útiles, pero al interiorizarlos y aplicarlos sistemáticamente a todos los eventos de nuestra vida diaria pierden su utilidad y se convierten en un problema.
De pequeños construimos esquemas sobre el funcionamiento del mundo en base a nuestra experiencia, estos esquemas pueden verse modificados por experiencias aversivas, estresantes o negativas (al igual que por las positivas). Así pues sería la interacción de la persona con el medio la que acostumbraría a la persona a evaluar de cierta forma o utilizar ciertas estrategias para relacionarse.
La distorsión ocurre porque aplicamos unas estrategias de pensamiento erróneas, dando por hecho que las situaciones son de una manera (según nuestros esquemas), cuando la situación ya no es así. La estrategia que habíamos aprendido para ese tipo de situaciones y que seguimos aplicando resulta del todo inútil y contraproducente. Es decir, en cierta manera perdemos capacidad de adaptación al evaluar de forma sesgada el entorno.

A continuación, presento un listado con los tipos de distorsiones más comunes.

1 Filtraje
Tipo de “Visión de túnel” (al final de un túnel se ve un pequeño recorte de la realidad, las paredes tapan el resto). Quien tiene esta distorsión sólo ve un elemento de la situación con exclusión de las otras cosas. De todo el conjunto se toma un simple detalle y todo el evento o situación queda teñida por este detalle. Cada uno tiene su propia visión de túnel. Algunos son sensibles solo a las pérdidas y no valoran también los probables beneficios de las cosas. Otros solo ven la mínima posibilidad de peligro en una situación y eso les impide disfrutar del conjunto, que puede ser agradable. Hay quienes en las personas solo buscan evidencia de injusticias y no valoran el resto. Esto no se da solo al considerar situaciones nuevas sino también al reexaminar los recuerdos. Si uno procede así al revisar su pasado puede reexperimentar selectivamente (filtrando el resto) solo las situaciones donde estuvo enojado o con angustia o depresión, saltándose los momentos donde estuvo bien
En síntesis: Se toma todo lo malo de algo y se magnifica, mientras que por otro lado se filtran las cosas buenas. Es como el que, ante una botella llena hasta la mitad, dice sistemáticamente: -”Esa botella está medio vacía”-
Mecanismos habituales de filtraje: Magnificación (aumentar mucho las cosas) y tremendización (tomarlas a la tremenda). También, sacar pensamientos fuera de contexto.

2 Pensamiento Polarizado.
Con este pensamiento uno hace elecciones dicotómicas, no tiene términos medios. Las cosas son buenas o malas, maravillosas u horribles. Esto crea un mundo en blanco y negro y uno no puede ver los matices de gris. Cuando este pensamiento se aplica sobre uno mismo entonces si uno no es perfecto o brillante es que es un fracasado o un inútil.

3 Interpretación del pensamiento
Son hipótesis o ideas que uno se hace de personas o situaciones. Esto es así en la medida en que uno imagina que la gente siente y reacciona de la misma manera que uno mismo en igual situación. Por lo tanto no puede distinguir que hay personas que pueden actuar o ser diferentes a lo que uno cree y actuar guiado por esas ideas “casi” verdaderas suele ser peligroso.

4 Visión catastrófica
Es la tendencia a ver en pequeños signos una probable catástrofe. Ejemplo: Un dolor de cabeza indica ya un tumor cerebral; el pulso acelerado o el hormigueo de los brazos indican un infarto cardíaco.

5 Personalización
Es la tendencia a relacionar todo con uno mismo. Esto conduce por lo general al hábito de compararse con los demás. Por lo general, si de la comparación resulta vencedor gozará de un alivio momentáneo y si resulta perdedor se sentirá humillado. El error básico de este tipo de pensamiento es que se interpreta cada mirada, cada gesto o conversación como una pista o un dato para analizarse y valorarse a sí mismo. La persona que piensa así cree que todo lo que la gente hace o dice es alguna forma de reacción hacia ella. Vive esclava de compararse con los demás, intentando determinar quién está mejor vestido, quien tiene mejor cuerpo, etc.

6 Falacia de control
Son distorsiones del sentido del control o del poder sobre sí mismo. Una persona puede verse a si mismo como impotente y externamente controlado, pasivo, que nada puede hacer o por el contrario como que todo lo puede, creerse responsable de todo y de tener que llevar al mundo en sus hombros. Los dos modos básicos de ver el mundo desde este estado es o sentirse víctima del destino o por el contrario, creerse responsable del sufrimiento o de la felicidad de los que le rodean.

7 Falacia de justicia
Esta distorsión está centrada en la aplicación de normas legales y contractuales a los caprichos de las relaciones interpersonales. El inconveniente es que dos personas raramente se ponen de acuerdo sobre lo que es justo y la justicia pretendida se refiere generalmente a si se le proporciona lo que uno espera, necesita o desea de la otra persona. Esto suele conducir a que uno quede inmovilizado en su punto de vista y sentirse siempre en guerra, con enojo creciente hacia el otro.

8 Razonamiento emocional
Creencia de que si uno siente determinadas cosas es porque son así en realidad. Si uno se siente feo es porque uno es realmente feo. Si uno se siente culpable es porque tiene que haber hecho algo mal. El problema de creerse uno que el pensamiento emocional es siempre es válido es como creerse que todo lo que dicen las propagandas de la TV es cierto.

9 Falacia del cambio
La única persona que uno puede tener la esperanza de controlar es a sí mismo. En la falacia del cambio se cree sin embargo que es más fácil cambiar a las otras personas para que se adapten a uno que modificarse uno para adaptarse al entorno. Las estrategias para cambiar a los otros incluyen echarles la culpa, exigirles, ocultarles cosas y negociar. El resultado habitual es que la otra persona se sienta atacada constantemente y no cambie en absoluto. El supuesto fundamental de este tipo de pensamientos es que la felicidad de uno depende de los actos de los demás.

10 Etiquetas globales
Etiquetar es ponerle rótulo a las personas o a las situaciones a partir de algún hecho o circunstancia. Si alguien no presta alguna cosa es etiquetada de egoísta. Si una persona se muestra poco bulliciosa en el grupo un par de veces ya queda etiquetada de aburrida. Estas ideas pueden contener algo de verdad pero lo malo de los rótulos es que ignoran toda evidencia contraria convirtiendo la visión de las cosas en algo muy rígido y rutinario.

11 Los debería
La persona con esta distorsión tiene una “lista interior” de normas rígidas y estereotipadas sobre como “deberían” comportarse o actuar tanto ella como los demás. Si se trasgreden esas normas internas se enoja mucho, o se siente muy culpable si es ella misma quien las viola. Como resultado de esto a menudo se termina adoptando la posición de estricto juez y encuentra permanentemente faltas en otros o en sí mismo. Si los demás no actúan consecuentemente a sus criterios se irrita o se pone intolerante. Supone que todos “deberían” conocer las reglas y “deberían” seguirlas.

12 Tener razón
Uno tiene que probar continuamente que su punto de vista es el correcto. Se pone siempre a la defensiva no interesando la opinión del otro sino defender su idea. Es como que uno nunca se equivoca. Las personas con este tipo de opiniones raramente cambian porque no suelen escuchar nuevas informaciones, todo lo que no encaja en lo que ya creen lo ignoran y suelen considerar que tener razón es más importante que mantener unas buenas relaciones personales.

13 Culpabilidad
La persona con esta distorsión experimenta alivio cuando encuentra quién es el culpable o responsable de alguna situación. Pero esto, a menudo implica que es el otro el que se ve forzado a convertirse en responsable de elecciones y decisiones que, en definitiva, son también responsabilidad de uno. Algunas personas, de manera preferencial, vuelcan la culpabilidad sobre ellas mismas. Así constantemente se preocupan por creerse incompetentes, estúpidas, insensibles o muy emotivas.

14 Falacia de la recompensa
La persona con esta distorsión se comporta “correctamente” en espera de una recompensa. Por lo general llega a agotarse física y mentalmente trabajando y pensando que su esfuerzo será reconocido y recompensado por quien uno estima (Dios, los hijos, el cónyuge, el jefe).

15 Sobregeneralización
Se tiende a hacer una conclusión válida para todo a partir de un solo hecho, generalmente poco relevante, ignorando cuidadosamente todo lo que pueda contradecirla. Así si uno se marea realizando un viaje en colectivo nunca realizará otro. Esto conduce a una vida cada vez más limitada porque si ocurre algo malo una vez se esperará que ocurra eso una y otra vez.

¿Qué puedo hacer yo para controlar estos pensamientos distorsionados?

Ser conscientes de que la forma en que percibimos el mundo es solo una de las posibles formas, no la nuestra tiene porque ser la correcta. Es útil pensar qué alternativas hay, qué pensaría otra persona si lo viera de fuera e intentar analizar la situación de manera objetiva, sin dejarnos llevar por las emociones. Intentar observar si podemos estar cometiendo alguna distorsión de las enumeradas y si identificamos una, intentar buscar un pensamiento alternativo más adecuado o proporcionado a la situación.

Tenemos que pensar que no es que un problema no tenga solución, sino que simplemente nosotros aún no hemos sido capaces de encontrarla y que por lo tanto hay que plantearse métodos diferentes.

Debemos estar abiertos a cuestionarnos, no siempre podemos aplicar las mismas reglas a todas las situaciones, debemos aprender a adaptarnos, a cuestionar nuestros modelos y pensamientos de vez en cuando.

Siempre observar el diálogo interno, ¿Qué nos decimos a nosotros mismos cuando algo va mal?. Intentar convertir nuestro discurso en algo realista que siga un método similar al científico, evaluando las pruebas y los datos antes de extrapolar conclusiones y ser conscientes de que estas conclusiones, incluso con pruebas, pueden ser erróneas.
He querido compartir esta información acerca de las distorsiones cognitivas, porque es muy importante, a la vez que difícil, el saber adaptar nuestros pensamientos a la realidad. Las distorsiones cognitivas pueden llevarnos a sentir ansiedad, baja autoestima, indefensión, tristeza, frustración, ira… Es un cambio importante en la vida de las personas el poder ajustar su estado emocional a la realidad y no a la inversa (juzgar la realidad según las emociones). No olvidemos que todo actividad mental está controlada por nosotros mismos: somos lo que pensamos, así que cuidemos nuestros pensamientos!

Fuente: El presente ha sido adaptado del artículo de Laura Moreno Jiménez-Bravo, realizando modificaciones del original.