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jueves, 29 de diciembre de 2016
miércoles, 28 de diciembre de 2016
sábado, 24 de diciembre de 2016
miércoles, 7 de diciembre de 2016
miércoles, 30 de noviembre de 2016
sábado, 26 de noviembre de 2016
lunes, 21 de noviembre de 2016
domingo, 20 de noviembre de 2016
sábado, 19 de noviembre de 2016
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martes, 1 de noviembre de 2016
miércoles, 19 de octubre de 2016
lunes, 17 de octubre de 2016
martes, 11 de octubre de 2016
jueves, 6 de octubre de 2016
domingo, 2 de octubre de 2016
lunes, 26 de septiembre de 2016
domingo, 25 de septiembre de 2016
viernes, 23 de septiembre de 2016
Diferencias entre citar y parafrasear; referencia, bibliografía y plagio
Diferencias entre citar y parafrasear; referencia, bibliografía y plagio: Cuando creamos algo -un informe o artículo técnico, una obra literaria, una pintura o fotografía, lo que sea- a menudo recurrimos al trabajo de otras personas como soporte, fuente de información o …
jueves, 15 de septiembre de 2016
jueves, 1 de septiembre de 2016
lunes, 15 de agosto de 2016
jueves, 11 de agosto de 2016
martes, 9 de agosto de 2016
domingo, 7 de agosto de 2016
jueves, 4 de agosto de 2016
lunes, 25 de julio de 2016
domingo, 24 de julio de 2016
domingo, 10 de julio de 2016
sábado, 9 de julio de 2016
jueves, 7 de julio de 2016
martes, 28 de junio de 2016
viernes, 24 de junio de 2016
domingo, 5 de junio de 2016
miércoles, 18 de mayo de 2016
jueves, 12 de mayo de 2016
domingo, 8 de mayo de 2016
jueves, 5 de mayo de 2016
Estudio concluye que las personas más inteligentes no necesitan muchos amigos
Estudio concluye que las personas más inteligentes no necesitan muchos amigos: Al parecer las personas más inteligentes tienden a estar más satisfechas con la vida si mantienen un bajo nivel de interacción con amistades.
miércoles, 4 de mayo de 2016
viernes, 29 de abril de 2016
miércoles, 27 de abril de 2016
domingo, 24 de abril de 2016
domingo, 17 de abril de 2016
sábado, 16 de abril de 2016
viernes, 15 de abril de 2016
miércoles, 13 de abril de 2016
domingo, 3 de abril de 2016
sábado, 2 de abril de 2016
viernes, 1 de abril de 2016
viernes, 18 de marzo de 2016
domingo, 13 de marzo de 2016
jueves, 10 de marzo de 2016
martes, 1 de marzo de 2016
Defusión a través de la infusión*
La
defusión es un proceso poderoso; quizá se trate del más importante de todos los
procesos de ACT destinado a aumentar la flexibilidad psicológica –junto con
aceptación, contacto con el momento presente y yo como contexto-.
¿Por
qué? Porque la fusión cognitiva lleva a la evitación, a la perdida de contacto
con el presente y al apego al yo conceptualizado. Debido a propósitos
pragmáticos, el modelo ACT generalmente se presenta compuesto por seis procesos
(añadiendo valores y acción comprometida a la lista) pero la fusión es
probablemente el principal proceso de inflexibilidad, convirtiendo a la
defusión en la mejor aliada para ayudar a los clientes a cambiar. No queremos
decir que el contacto con el presente, la aceptación y el yo como contexto sean
poco importantes sino, más bien, que son instancias de defusión más que
procesos totalmente distintivos.
Cuando
un cliente está defusionado nuestro trabajo se hace más fácil. Podemos
focalizar entonces en entrenamiento en habilidades, clarificación de
valores y motivación.
Recuerden
los tres pasos para la defusión:
- Notar
secuencias comportamentales (en particular
pensamiento-acción-consecuencia)
- Evaluar
la efectividad de la acción en términos de los valores
- Incrementar
la flexibilidad de respuesta a los pensamientos
Si
los clientes son habilidosos en estas tres áreas, el único elemento principal
que necesitarían es una dirección (valores claros). Trabajar sobre las acciones
requerirá menos trabajo si la defusión y los valores son fuertes porque las
barreras hacia una vida con sentido serán mucho más fáciles de superar.
¿Pero
qué ocurre si la fusión es alta?
Es
generalmente a través de la repetición de las técnicas de defusión –ejercicios
formales o interacciones verbales más naturales- que el cambio comienza a ocurrir.
Se suele decir que aprender un nuevo movimiento requiere cientos (algunos
incluso dicen miles) de repeticiones para que quede bien integrado a nuestro
repertorio. Una búsqueda rápida revela, sin embargo, que esto es más bien una
creencia popular y no algo científico. Después de todo, ¿acaso no notamos todos
momentos en los cuales una metáfora, un ejercicio o una pregunta transforman
radicalmente al cliente? Pero aun así el cambio lleva tiempo generalmente,
especialmente si se trata de viejos hábitos.
Algunos
de nuestros clientes están particularmente fusionados. Solemos llamarlos
“rígidos”. No sientan vergüenza de esta etiqueta ya que en realidad captura
bastante bien la sensación de estar fusionado, y nosotros podemos experimentar
también esa sensación con bastante facilidad: se vuelve difícil mirar el mundo
desde diferentes puntos de vista, imaginar interpretaciones alternativas o
soltar una opinión –incluso cuando las acciones basadas en esa opinión tienen
un costo alto o son dañinas. Se siente rígido.
¿Qué
experimentas cuando interactúas con un cliente “rígido”? Adivino que no es raro
que comiences a sentirte rígido también. Aún con toda la compasión y la aceptación del mundo,
es difícil permanecer abierto cuando enfrentas consistentemente una pared de
rigidez, especialmente cuando el contenido de lo que se está diciendo
contradice tus propias creencias.
¿Qué
podemos hacer, entonces, cuando un cliente está altamente fusionado? Si has tratado de decirle a un
cliente que “agradezca a su mente por ese pensamiento” luego de que él se quejó
sobre lo injusto que es el mundo, habrás notado que él encontró muchos más
argumentos que apoyaban su pensamiento original respecto a que el mundo no es
justo. La fusión no disminuyó sino que se incrementó. Cuando la fusión es
alta, las técnicas de defusión pueden sentirse como invalidantes y alimentar la
fusión. No se trata de que la defusión no sea apropiada aquí, se trata de
que requiere paciencia y disposición a experimentar un cierto grado de
fusión. ¿Fusión? Sí, leíste bien.
Déjame
explicar esta idea con una metáfora. Probablemente sepas que el té contiene
cafeína y que la cafeína es una estimulante. Por esta razón, mucha gente evita
tomar té por la noche, del mismo modo que evitamos tomar café para evitar
problemas de sueño. Lo que es menos conocido respecto del té es que también
contiene taninos, los que contrarrestan los efectos de la cafeína. Pero para
beneficiarse de los efectos de los taninos, el té necesita infusionarse por más
tiempo. Esto significa que, de manera algo contraintuitiva, cuanto más
infusiones el té, menos efecto estimulante tendrá.
¿Y
si enfocamos la rigidez como si fuera té? Esto significaría que la fusión sería
el antídoto para la fusión. Pero, si queremos que el efecto benéfico ocurra,
necesitamos que la rigidez se “infusione” durante un rato. Necesitamos
acompañar a los clientes en los relatos e historias que cuentan, al menos por
un momento.
En
ACT en general se nos estimula a soltar la historia**, pero quizá a veces necesitamos
soltar la historia de que necesitamos soltar la historia. Quizá necesitamos
confiar en que los clientes tienen la fortaleza para defusionarse, aun cuando
están altamente fusionados. Es más fácil confiar en su capacidad para
sobreponerse a las dificultades cuando las emociones primarias son la fuente
principal de sufrimiento que cuando la rigidez o el pliance son más centrales.
Aun así, incluso clientes “rígidos” tienen taninos adentro suyo.
Entonces,
¿cuáles son los taninos de nuestros clientes? La respuesta es más simple de lo
que crees. En cada historia hay un proceso. El único problema es
que el contenido de la historia puede oscurecer el proceso y terminamos
ahogándonos en o rechazando toda la historia en su conjunto. No dejamos a la
historia infusionarse el tiempo suficiente. Pero si nos tomamos el tiempo de
escuchar cuidadosamente, escucharemos las pistas que articulan los
eventos contenidos en la historia. Estas pistas dicen mucho respecto al
modo en que los clientes se relacionan con sus historias. Esas pistas son los
taninos.
Acá
va un ejemplo concreto: un cliente dice “No puedo creer que me despidieran. No
tiene ningún sentido, es realmente injusto. Ahora estoy en graves problemas…
¿cómo voy a pagar el alquiler? Esto me pone en una situación terrible. Sólo
porque llego tarde a veces eso no significa que tengan que despedirme, ¿no? ¡No
es que no hago mi trabajo! ¿Sabes qué? Voy a ir al trabajo mañana, no me
importa si me despidieron. Voy a ir y voy a trabajar como siempre. ¡Es injusto
y no voy a permitirles que me arruinen la vida!”
¿Cuántas
veces pensaste que esta persona estaba fusionada al leer estas líneas? Yo conté
al menos dos. Concedido, no conocemos toda la situación. Pero justificar
llegar tarde al trabajo y volver al trabajo después de haber sido despedido no
son los modos más defusionados de encarar esta situación, ¿verdad? Sin
embargo, el antídoto para tal estado de fusión se encuentra en la historia del
cliente. Escuchemos de nuevo, y esta vez prestemos atención a los pistas.
“No
puedo creer que me despidieran. No tiene ningún sentido (el cliente
expresa confusión), es realmente injusto. Ahora estoy en graves problemas…
¿cómo voy a pagar el alquiler? Esto me pone en una situación terrible (el
cliente expresa preocupación). Sólo porque llego tarde a veces eso no
significa que tengan que despedirme, ¿no? ¡No es que no hago mi trabajo! (el
cliente establece reglas) ¿Sabes qué? Voy a ir al trabajo mañana, no
me importa si me despidieron. Voy a ir y voy a trabajar como siempre. ¡Es
injusto y no voy a permitirles que me arruinen la vida!” (El cliente
intenta escapar de sus preocupaciones a través del seguimiento de reglas).
Las
pistas que señalo aquí corresponden a mi modo de escuchar la historia o puede
haber otras maneras. Pero interpretada con estas pistas, la historia se vuelve
útil para ayudar al cliente a desatorarse. Si le digo al cliente “gracias mente
por ese pensamiento” o le pido que repita “es injusto” una y otra vez hasta que
la palabra pierda su significado, mi apuesta es que el cliente no va a estar
menos fusionado. La fusión tampoco creo que disminuya mucho si le pido que
“mire la situación desde una perspectiva diferente”. Todas estas técnicas son
usualmente útiles pero pueden darse contra la pared cuando la rigidez es alta.
¿Qué
puedo decir en lugar de eso? Los clientes muy rígidos tienden a
“encendernos” y nosotros en respuesta tendemos a ponernos más distantes,
juiciosos y fríos. Recordemos que para infusionar el té necesitamos agua
caliente. Cuando nos mostramos cálidos y damos apoyo, aun cuando lo que escuchamos
es desagradable o desalentador, nuestros clientes están más abiertos a un modo
diferente de escuchar la historia.
Concretamente, esto
implica:
– Escuchar
la historia del cliente, validando sus sentimientos (por
ejemplo: “pareces muy sorprendido por lo ocurrido”, “¿estás preocupado?”,
“puedo entender que estés preocupado”)
– Permanecer
curiosos respecto a las reglas (por ejemplo: ver qué valores pueden
extraerse de “eso no es justo” o “¡no se trata de que no hago mi trabajo!”)
– Explorar
con genuina curiosidad la efectividad de las respuestas guiadas por
reglas (por ejemplo: “¿qué piensas que pasará si vuelves al trabajo
mañana?” y luego ¿qué? “¿Crees que te ayudaría a que te devuelvan el puesto?”,
“¿te acercaría más a las cosas que te importan?”) Y opciones alternativas (por
ejemplo: “me pregunto si podríamos explorar algunas otras opciones juntos, sólo
para asegurarnos de que no nos estamos perdiendo nada importante, ¿qué te
parece?”)
Mi
consejo: intenta no contradecir a los clientes en este punto. No porque temas
sus reacciones sino porque ellos estarán más abiertos a las pistas que les ayudas
a notar si puedes escuchar la historia completa. Permití que la historia se
infusione. Permití a los taninos hacer su efecto. Confía en el proceso.
*Traducción:
Paula José Quintero
**la
palabra original es story, la cual puede ser traducida como
historia, relato o cuento. No tiene el sentido aquí de historia de
aprendizaje.
http://articulos.grupoact.com.ar/2016/02/defusion-a-traves-de-la-infusion/
Los efectos en el cerebro del consumo prolongado de marihuana
Curiosidades sobre el cerebro humano
Una nueva investigación del Centro para BrainHealth de la Universidad de Texas (EEUU) ha concluido que los efectos del consumo habitual y prolongado de marihuana en el cerebro dependen de dos factores: tanto de la edad de consumo como del tiempo que se prolongue este consumo. Las consecuencias en el cerebro son igualmente alarmantes.
El trabajo realiza una descripción exhaustiva de los efectos negativos, a largo plazo, en el cerebro de los consumidores de marihuana; entre otros, destacan anomalías en la función cerebral y en la estructura, ya que se produce una degradación progresiva de la conectividad estructural, el cableado del cerebro.
La investigación contó con la participación de 48 consumidores de marihuana crónicos (con una media de tres dosis al día) y 62 adultos no consumidores, con idéntico sexo y edad. La comparación de los resultados de los escáneres cerebrales mediante técnicas de resonancia magnética múltiple de ambos grupos revelaron que los consumidores de marihuana tenían un menor volumen cerebral en la corteza orbifrontal (relacionada con las adicciones) y una menor conectividad cerebral que los sujetos no consumidores.
“Los datos muestran que la gravedad de la utilización está directamente correlacionada con una mayor conectividad. Aunque nuestro estudio no concluye si alguno o todos los cambios en el cerebro son una consecuencia directa del consumo de marihuana, los efectos sugieren que dichos cambios están relacionados con la edad de inicio y la duración del consumo de marihuana”, explica Francesca Filbey, líder del estudio.
El trabajo, que ha sido publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), sugiere finalmente que la conectividad del cerebro parece degradarse con el uso prolongado de esta droga.
Fuente: revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)
“La marihuana es una llave que abre el gen dormido de enfermedades psiquiátricas”
Además de provocar adicciones, fumar marihuana puede desarrollar la aparición repentina de enfermedades psiquiátricas como depresión, ansiedad y esquizofrenia, advirtió Alfonso Zavaleta, experto de Cedro.
“La marihuana funciona como una llave, y si alguien tiene el gen dormido de una enfermedad psiquiátrica, esa droga lo puede activar”, señaló el consultor del Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro).
Esta hoja es la droga ilegal más consumida del mundo. En países como Holanda se aprobó su consumo con fines recreacionales. Sin embargo, a la luz de los resultados, las autoridades de ese país están mirando el tema con otra perspectiva, más aún cuando durante el 2013, se registró la tasa más alta de solicitud de atención médica por dependencia a la marihuana a nivel de la Unión Europea.
No debe usarse como medicina
Asimismo, Zavaleta refirió que en ningún país del mundo se recomienda la marihuana fumada como medicina. “Solo algunos países la han legalizado para uso recreacional mas no terapéutico”, afirmó.
Explicó que la hoja de marihuana tiene en su interior un total de 66 cannabinoides, que son moléculas de alcoholes, de los cuales el conocido como Delta 9 o THC es el causante de las alteraciones que sufre quien la consume.
Zavaleta señaló que en caso de Chile, lo que se ha autorizado es el uso del principio activo THC para aliviar los terribles dolores que sufren los pacientes con cáncer terminal.
“Ese tipo de tratamiento no es el primero a aplicar ni tampoco el mejor, pues antes de eso se debe administrar otra línea de productos y llegar al THC solo cuando las demás medicinas no le hacen ningún efecto (al paciente) para atenuar el dolor”, comentó.
Con esa finalidad, dijo, en Chile se ha dispuesto destinar un área para plantación legal de marihuana. A partir de esas hojas, se hacen extracciones de ese principio activo y se otorga tratamiento humanitario a ese tipo de pacientes.
Advirtió que el riesgo es que el paciente desarrolle una adicción a esa sustancia, tan igual como si se fumara y por eso es considerado el último recursos médico, sobre todo en el tratamiento a pacientes con dolor crónico, a quienes sufren vómitos por el tratamiento con quimioterapia por cáncer y a los enfermos de Sida que sufren a su vez anorexia y no se alimentan, por lo que requieren estimular el apetito.
Fuente: http://www.aldeaviral.com/
sábado, 27 de febrero de 2016
viernes, 26 de febrero de 2016
Seis malas prácticas diarias que matan neuronas
Una
dieta rica en antioxidantes y el ejercicio constituyen una llave maestra para
prevenir daños neurológicos y mantener en buen estado el funcionamiento
cognitivo.
La
actividad cerebral no sólo se ve alterada por razones genéticas. También
existen variadas dinámicas habituales que pueden ocasionar este tipo de daño,
implicando con ello la eliminación de neuronas o alterando el funcionamiento
mental.
Como
prevención, la literatura médica ha desarrollado en los últimos años un
especial cuidado en seis aspectos cotidianos que implican un intenso riesgo
para la dinámica neurológica.
1)
Fumar. Uno de sus tantos efectos se relaciona con la disminución del tamaño
cerebral, generando condiciones positivas para el desarrollo del Alzheimer. Un
reciente estudio de la Universidad de Northumbria (Inglaterra) señala que este
hábito origina la pérdida de memoria, problemática que puede revertirse al
dejar de fumar.
2)
Dormir mal. La falta de sueño en largos y prolongados períodos acelera la
pérdida de células del cerebro. Además, dormir con la cabeza cubierta aumenta
la concentración de dióxido de carbono y disminuye el oxígeno, causando efectos
adversos al cerebro.
3)
No tomar desayuno. Tras un ayuno de 6 a 8 horas, el cerebro requiere energía
para llevar a cabo todas las funciones. Sin embargo, si no se le brinda la
adecuada cantidad de proteínas, vitaminas y nutrientes, se genera un evidente
daño estructural, lo que implica la muerte de neuronas por falta de energía y
sobrecarga de trabajo.
4)
Comer en exceso. Comer demasiado afecta la circulación y la oxigenación
cognitiva. A eso debe agregarse que un alto consumo de azúcar impide una
adecuada absorción de proteínas y nutrientes que permiten producir nuevas
neuronas.
5)
Estrés. Este estado no sólo elimina neuronas, sino que -peor aún- impide su
renovación. Estudios dados a conocer en el Journal of Neuroscience indican que
el estrés agudo dificulta la supervivencia de nuevas neuronas, muriendo a los
pocos días.
6)
Hipertensión. La presión sanguínea alta debilita las pequeñas arterias del
cerebro, lo que puede desencadenar daño neuronal. Según un estudio de la
Universidad de Alabama, publicado en la revista Neurology, la pérdida de
neuronas está asociado con los problemas de memoria, especialmente después de
los 45 años, debido a la hipertensión.
Entre
los aspectos importantes a considerar -según destaca un estudio publicado
recientemente en la revista Journal of Alzheimer's Diseasees- es que la dieta
cotidiana no puede incluir exceso de grasas saturadas y colesterol, ya que eso
facilita las condiciones para que el cerebro se inflame, la función nerviosa se
altere y la memoria de trabajo o memoria inmediata se reduzca.
La salud cerebral es
la mejor decisión que las personas pueden potenciar al cambiar hábitos
cotidianos dañinos. En ese sentido, una dieta rica en antioxidantes y el
ejercicio constituyen una llave maestra para prevenir daños neurológicos y
mantener en buen estado el funcionamiento cognitivo.
jueves, 25 de febrero de 2016
ORIENTACIONES PARA SUPERAR LA FOBIA ESCOLAR
Consideraciones
Las fobias son miedos
exagerados e ilógicos ante determinadas personas, objetos y situaciones.
Las fobias producen una elevada
ansiedad en el/la niño/a presentando síntomas tales como:
-
sudoración
-
aumento del ritmo cardíaco
-
pipí muy frecuente
-
rostro desencajado
-
vómitos y mareos
-
bloqueo del pensamiento
-
gritos
-
excitación psicomotriz
-
etc.
La fobia escolar consiste en el miedo
exagerado a alguna persona, situación o relaciones propias del centro escolar
Es frecuente que el/la niño/a con
miedo al contexto escolar tenga pensamientos erróneos como: “voy a ir al
colegio y se volverá a repetir lo mismo de ayer. El profesor me preguntará y
José se burlará de mi delante de todos”.
También son frecuentes los dolores y
vómitos. Los padres lo llevan al médico. El/la niño/a no tiene nada.
Orientaciones prácticas
para eliminar la fobia escolar:
Debe abordarse el problema
desde dos niveles distintos:
Intervención familiar:
·
Ignorar las conductas de
quejas que pone de manifiesto el/la niño/a para no acudir al colegio. Por
ejemplo: “me duele la barriga”, “no me encuentro bien “.
·
Facilitar y favorecer al
máximo la comunicación con el/la niño/a en un ambiente relajado.
·
No reforzar las conductas
de evitación de asistir al colegio (quedarse en casa).
Estas orientaciones son las
aconsejadas para situaciones de fobia escolar en las que no aparecen conductas
perjudiciales para el/la propio/a alumno/a ni para el grupo. En el caso de que
si se presenten este tipo de conductas es conveniente que al/la alumno/a
permanezca un tiempo en casa y allí se lleve a cabo la propuesta que se
menciona a continuación y se desarrolla en el anexo.
Intervención sobre al/la
alumno/a:
·
Aproximar gradualmente
al/la niño/a a la situación fóbica mediante la utilización de medios indirectos
que vayan desensibilizándolo de su miedo. Este acercamiento gradual directo o
indirecto a la situación jerarquizada de miedo recibe el nombre de desensibilización
sistemática y debe realizarse provocando en el/la niño/a una respuesta
contraria a la del miedo que sea incompatible con la propia reacción fóbica y
que emocione al/la niño/a positivamente. En función de la edad que tenga el/la
alumno/a podría desarrollar la propuesta él/ella mismo/a, como un programa de
autoayuda. Se adjunta programa
Apunte de programa:
LA DESENSIBILIZACIÓN SISTEMÁTICA
Con la desensibilización sistemática,
puedes aprender a enfrentarte a objetos y situaciones que son amenazadores. Hay
que aprender a relajarse mientras se imaginan escenas que, poco a poco, van
provocando mayor ansiedad.
Los dos principios básicos
fundamentales de la desensibilización sistemática son: Primero, una emoción
puede contrarrestar otra emoción, y segundo, es posible llegar a
«acostumbrarse» a las situaciones amenazadoras.
Se necesitan unos cuatro días para
aprender a relajar los cuatro grupos de músculos mayores. Al tiempo se elabora
una jerarquía de sucesos amenazadores. Por último, la visualización sistemática
de escenas se realiza paulatinamente hasta que no se sienta ansiedad al
exponerse en la imaginación a los estímulos temidos.
Los temores desaparecen en las escenas
imaginadas. En la vida real se tarda un poco más en hacerlos desaparecer.
La desensibilización sistemática se
desarrolla en cuatro etapas:
1.- relajar los músculos a voluntad.
2.- priorizar los temores.
3.- construir una jerarquía de escenas
ansiógenas.
4.- visualizar en la imaginación las
escenas.
LA RELAJACIÓN
Es incompatible estar relajado/a
físicamente y tenso/a emocionalmente a la vez. Debemos aprovechar esta conexión
directa entre el cuerpo y la mente. Podemos aprender a relajar los músculos a
voluntad. Esta habilidad puede usarse para desensibilizar más tarde los miedos.
La relajación progresiva se practica
estando acostado/a o sentado/a en una silla en la que se pueda apoyar la
cabeza. En primer lugar se deben cerrar los ojos.
Primer día.
El primer día se aprende a relajar los
músculos de las manos, antebrazos y bíceps. Hay que realizar los siguientes
ejercicios tres veces durante el día.
Colóquese en una posición cómoda.
Apriete el puño derecho tan fuerte como pueda, note la tensión de su puño, su
mano y su antebrazo. Ahora relájese. Note la relajación en su mano y aprecie el
contraste con la tensión. Repetir esto una vez más con el puño derecho. Repetir
el procedimiento dos veces con el puño izquierdo, entonces hacerlo dos veces
con ambos puños a la vez. A continuación doble el codo y tense el bíceps,
después relájelo y note la diferencia. Repítalo dos veces.
Note las sensaciones de pesadez, calor
u hormigueo en los brazos. Son normales. Mientras se relaja trate de decirse a
sí mismo/a «Alejo la tensión... Me siento calmado/a y descansado/a... Relajo y
distiendo los músculos» una y otra vez. Este reforzamiento mental facilitará en
gran medida la relajación física.
Segundo día.
Relajaremos la cabeza, el cuello y los
hombros. Preste especial atención a la cabeza, puesto que desde el punto de
vista emocional, los músculos más importantes del cuerpo están en la cabeza. Es
aquí donde la mayoría de las personas encierran su tensión. Repetir los
ejercicios de los brazos del primer día y proseguir con los siguientes:
Arrugue la frente tan fuerte como
pueda. Relájese y distiéndase. Frunza el ceño y note la tensión efectuada.
Suéltelo y permita que la ceja recupere su forma. Cierre los ojos y apriete los
párpados tan fuertes como pueda. Relaje sus ojos hasta que estén suavemente
cerrados y confortables. Ahora apriete la mandíbula. Relájela hasta que los
labios estén ligeramente separados. Note realmente la diferencia entre la
tensión y la relajación. Apriete la lengua contra el paladar. Relájese. Frunza
los labios en forma de «O» y relájelos. Disfrute de la
relajación de la frente, cuero cabelludo, ojos, mandíbula, lengua y labios.
Apriete la cabeza apretando por la
parte de la nuca tanto como confortablemente pueda, y aprecie la tensión en el
cuello. Hágalo girar suavemente ala derecha, después a la izquierda. Note el
cambio de localización de la tensión. Enderece la cabeza y déjela mirando al
frente, presione la barbilla contra el pecho. Sienta la tensión en la garganta
y la tirantez en la parte posterior del cuello. Relájese, colocando la cabeza
en una posición confortable. Permita que se intensifique la relajación. Encoja
los hombros hacia arriba tanto como pueda, encorvando la cabeza hacia abajo
entre los hombros. Relájelos. Déjelos caer y sienta la relajación propagarse
por el cuello y los hombros. Experimente de nuevo toda la secuencia.
Tercer día.
Dirigiremos la atención hacia el
pecho, el estómago y la parte baja de la espalda, notando como la tensión
acumulada en estas áreas afecta la respiración y como una respiración profunda
y pausada puede relajarle. Repita los ejercicios de los dos primeros días y
añada los siguientes:
Colóquese en una posición cómoda y
relájese. Aspire y llene completamente los pulmones de aire. Manténgalos llenos
de aire y note la tensión. Ahora expire, dejando su pecho relajado y suelto,
permitiendo que el aire silbe al salir. Continúe respirando lenta y
pausadamente varias veces, sintiendo como sale la tensión fuera del cuerpo con
cada expiración. Después apriete el estómago y manténgalo así. Note la tensión,
después relájese. Coloque la mano sobre el estómago y aspire profundamente
retirando la mano. Mantenga el aire un momento, después expire, sintiendo la relajación
cuando el aire silba al salir. Ahora arquee la espalda sin hacer un esfuerzo
excesivo. Mantenga el resto del cuerpo tan relajado como sea posible.
Concéntrese en la tensión en la parte baja de su espalda. Ahora relájese tan
profundamente como pueda. Repita toda esta secuencia otra vez.
Cuarto día.
Finalmente aprenderemos a relajar los
muslos, nalgas, pantorrillas y pies. A los ejercicios de los días uno, dos y
tres, añada los siguientes:
Colóquese en una posición cómoda.
Apriete las nalgas y los muslos presionando los talones hacia dentro tanto como
pueda. Relájese y note la diferencia. Estire la punta de los pies para tensar
las pantorrillas. Observe la tensión, a continuación relájelas. Dirija la punta
de los pies hacia la cara, poniendo la tensión en las espinillas. Estudie la
tensión, después relájese. Sienta la pesadas y relajadas que están sus piernas.
Repita esta secuencia una vez más.
SECUENCIA DE RELAJACIÓN
ABREVIADA
Una vez realizado este trabajo
intensivo sobre los cuatro grupos de músculos mayores, se puede utilizar una forma
abreviada de los ejercicios para relajar rápidamente todo el cuerpo. Tense cada
grupo de músculos de cinco a siete segundos y después relájelos de 20 a 30
segundos:
1. Tense los puños, antebrazos y bíceps en una pose culturista; relájese.
2. Arrugue todos los músculos de la cara con una nuez, y haga girar su cabeza
en círculo para aflojar el cuello; relájese
3. Realice dos respiraciones profundas, una con el pecho y otra con el
estómago mantenga el aire y relájese.
4. Tense las piernas dos veces, una con la punta de los dedos de los pies
estirados, y la otra con la punta de los dedos de los pies hacia cara;
relájese.
Respirar profundamente es la clave de
la relajación. Entre los ejercicios, realice profundas inspiraciones con el estómago.
Repítase a sí mismo palabras como «relájate..., cálmate..., abandónate»
mientras se está inspirando. Siempre que aparezca algo de tensión durante la
desensibilización sistemática inspire profundamente y dígase a sí mismo/a:
«Relájate».
Cuanto más practique la relajación
progresiva, más profunda será la relajación.
PRIORIZACIÓN DE TEMORES
En la guía de identificación de fobias
se detecta que el temor más significativo para el/la alumno/a es “ir y
permanecer en la escuela”, por ello vamos a intentar hacer una jerarquía de
situaciones ansiógenas en torno a este miedo que provoca en el/la alumno/a una
considerable cantidad de sufrimiento emocional.
JERARQUÍAS DE ESCENAS
ANSIÓGENAS
Secuencia-ejemplo de situaciones a
imaginar:
1.
Veo una película en la que
un actor infantil entra en la escuela
2.
Un/a amigo/a me explica
que le ha pasado en la jornada escolar
3.
Manejo material escolar.
4. Concierto una visita a casa del/la maestro/a.
5. Me dirijo al centro escolar sin entrar en él.
6. Permanezco un buen rato en la puerta del centro escolar.
7. Pienso en estar dentro del centro.
8. Miro a los/las compañeros/as cuando salen del centro.
9. Un/a compañero/a viene a mi casa a mostrarme las tareas.
10. Entro en el centro un momento.
11. Entro en el centro y recorro sus dependencias.
12. El/la maestro/a me entrega tareas para casa en el recibidor del centro.
13. Quedo con el/la maestro/a para entregarle las tareas.
14. Quedo con el/la maestro/a para supervisar las tareas a solas.
15. Entro en el centro y hago las tareas en la biblioteca durante media
jornada.
16. Voy media jornada al centro y participo con mis compañeros/as en
actividades lúdicas (deporte, ver una película...)
17. Asisto al colegio y permanezco la mayor parte del tiempo en la biblioteca y
una hora en el aula en la hora de E. Física o Plástica.
18. Asisto al colegio y permanezco dos horas en la biblioteca y dos en el aula.
19. Asisto al colegio y permanezco una hora en la biblioteca y tres en el aula.
20.
Asisto a clase con
normalidad.
VISUALIZACIÓN SISTEMÁICA
DE LAS ESCENAS ANSIÓGENAS
Ahora ya está preparado/a para empezar
las sesiones de desensibilización sistemática. La técnica está basada en el
simple hecho de que reduciendo su reacción de ansiedad hacia la situación más
débil de la jerarquía, se reducirá la reacción a todos las otras situaciones en
el mismo valor.
Para realizar la desensibilización
sistemática hay que colocarse en una posición cómoda donde no pueda ser
molestado/a. Debe tenerse cerca la jerarquía y seguir estos pasos:
1. Sentado/a o acostado/a con los ojos
cerrados, se empieza usando las habilidades de relajación adquiridas, para
relajar progresivamente todos los músculos del cuerpo. Utilice los ejercicios
del método abreviado o los ejercicios del método entero, para relajar los
principales grupos de músculos y deje que la relajación llegue a su cuerpo.
2. Cuando consiga la relajación total,
preséntese mentalmente la primera situación de la jerarquía. Visualice la
escena durante cinco o diez segundos, haciéndola tan real como sea posible.
Algunas escenas pueden costar más de visualizar, tales como imaginar un largo
viaje o cocinar una comida fantástica. Es necesario que use todos los sentidos
para crear la escena, incluyendo la conciencia del color, sonido, tacto y
olfato.
3. Preste atención a cualquier tensión
producida por la escena.
4. Mantenga la escena, haga una
inspiración profunda, retenga el aire mientras cuenta hasta tres y suéltelo
lentamente. Mientras se va repitiendo a sí mismo/a «estoy relajado/a... la
tensión desaparece... Ahora estoy relajado/a...».
5. Cuando note que ha decrecido el
nivel de tensión haga desaparecer la escena de la imaginación. Si lo prefiere,
puede finalizar la escena visualizando un lugar especialmente relajante que
esté asociado mentalmente con la paz y la seguridad.
6. Repita los pasos anteriores con la
misma escena, apreciando como decrece el nivel de ansiedad con cada
presentación.
7. Cuando en dos presentaciones
seguidas no se experimente ansiedad, entonces se puede pasar a la siguiente
escena de la jerarquía.
Generalmente se necesitan tres o
cuatro visualizaciones de la escena para llevar la respuesta a cero. La primera
sesión debería durar unos 15 minutos, y probablemente en ella se examinarán las
tres o cuatro primeras situaciones de la jerarquía.
Tan pronto como se gana habilidad y
velocidad en la relajación y visualización se pueden alargar las sesiones a
treinta minutos. Es mejor detener la sesión si una persona se siente cansada,
aburrida o excesivamente trastornada. Las sesiones pueden realizarse cada dos
días, diariamente o dos veces al día; la única limitación es la fatiga.
A medida que se vaya adelantando en la
jerarquía se notará que mejora la habilidad para hacer frente a las situaciones
de la vida real. Cuando al/la alumno/a se encuentre en situaciones similares de
la vida real, procurará detectar cualquier tensión y usarla como una, señal
para relajarse: respire profundamente y repítase a sí mismo frases
tranquilizadoras.
Ahora podemos llevar
a la práctica la secuencia de escenas que al/la alumno/a le producen ansiedad.
ORIENTACIONES PARA SUPERAR LA FOBIA ESCOLAR 1
Consideraciones
Este síndrome se caracteriza por un
manifiesto rechazo a la asistencia al colegio e implica un temor irracional por
alguna situación particular. Está relacionada con el contexto escolar y
hechos traumáticos reales en la escuela (participación obligatoria en algunas
actividades, rechazo de los/as compañeros/as, rigidez del/la profesor/a, etc.).
Puede agravarse por reacciones verbales hostiles por parte del profesorado al
no comprender los temores del/la niño/a o por conflictos entre los padres y
los/as profesores/as. Los síntomas incluyen: dolor abdominal, náusea,
vómito, diarrea, dolor de cabeza, palidez y debilidad, que aparecen por la
mañana antes de ir a la escuela y por lo general desaparecen antes que terminen
las clases, y no aparecen los fines de semana ni días festivos. Las fobias son
una forma de miedo que responde a estas características: son desproporcionadas
a la situación que desencadena la respuesta de miedo y están relacionadas con
estímulos que no son objetivamente peligrosos, no pueden ser eliminadas
racionalmente porque están más allá del control voluntario, tienen larga
duración, interfieren considerablemente en la vida cotidiana del/la niño/a en
función de las respuestas de evitación, y suelen aparecer con más frecuencia
entre los 4 y 8 años.
Los/as niños/as con fobia
escolar tienden a manifestar los siguientes tipos de respuestas:
1.
Se
niegan a asistir al colegio.
2.
Lloran,
gritan y patalean al llevarles a la escuela.
3.
Se
quejan de dolores y enfermedades cuando se acerca el momento de ir a la
escuela, desapareciendo los síntomas si se le permite quedarse en casa.
4.
Manifiestan
síntomas fisiológicos como rigidez muscular, sudoración excesiva en la palma de
las manos, dolor de cabeza y estómago, nauseas, vómitos, diarrea.
5.
Anticipan
consecuencias desfavorables.
6.
Evalúan
negativamente sus capacidades.
7.
Planean
escaparse del colegio.
Orientaciones
Intervención familiar
Si se hace cumplir la regla de la asistencia
diaria a la escuela, el problema de la fobia escolar mejorará en forma
notable en una o dos semanas.
En cambio, si no le exige a su hijo/a
que asista diariamente a la escuela, los síntomas físicos y el deseo de
quedarse en casa se volverán más frecuentes. Cuanto más tiempo pase su
hijo/a en casa, tanto más difícil le resultará volver a la escuela. Podrían
estar en juego la vida social y la educación futura del/la niño/a.
Cuando el/la niño/a se alborota al
separarse de los padres, la mejor estrategia es informarle, calmadamente, que
el padre/ madre regresará y que el/la niño/a tiene que quedarse, entonces debe
irse rápido. Una separación firme, rápida y con cariño es
mejor tanto para los padres como para el/la niño/a.
1. Insistir ir a la escuela.
La mejor terapia de la fobia escolar
es ir diariamente a la escuela. Los temores se superan enfrentándolos cuanto
antes. La asistencia diaria a la escuela hará que casi todos los síntomas
físicos del/la niño/a mejoren.
Los síntomas se volverán menos
intensos y se presentarán con menor frecuencia y, con el tiempo, el/la niño/a
volverá a disfrutar de la escuela.
Sin embargo, al principio el/la niño/a
pondrá a prueba la determinación del padre o la madre de enviarlo a la escuela
todos los días. Los padres deberán hacer que la asistencia a la escuela
sea una regla rigurosa, sin excepciones.
2. Los padres deben ser particularmente
firmes las mañanas de los días de escuela.
Al principio, las mañanas pueden ser
difíciles. Nunca se le debe preguntar al/la niño/a cómo se siente porque esto
lo estimulará a quejarse.
Si el/la niño/a está suficientemente
bien para estar levantado/a y andar de un lado a otro dentro de la casa, está
suficientemente bien para poder ir a la escuela. Si se queja de síntomas
físicos, pero son los que ya ha mostrado en otras ocasiones, deberá ser
enviado/a a la escuela inmediatamente con mínima discusión.
En el caso de que los padres no estén
seguros acerca de la salud de su hijo/a, deben enviarlo/a a la escuela de todos
modos; porque si los síntomas empeoran después, el centro lo comunicará a la
familia.
Aunque se le haga tarde, el/la niño/a
debe ir a la escuela.
Algunas veces un/a niño/a puede llorar
y gritar, negándose absolutamente a ir a la escuela. En ese caso, después de
hablar con él sobre sus temores, se le debe llevar. Uno de los padres podría
ser mejor que el otro en hacer cumplir esto. Incluso en algunas ocasiones, un
pariente puede encargarse del asunto durante unos días.
3. Coger una cita para que
el/la niño/a vaya a ver a su médico la misma mañana si se queda en casa.
Si el/la niño/a tiene un síntoma
físico nuevo o parece estar muy enfermo, es probable que los padres quieran que
se quede en casa. Si tienen dudas, probablemente su médico puede determinar la
causa de la enfermedad del/la niño/a. Si el síntoma es causado por una
enfermedad, puede iniciarse el tratamiento apropiado. Si el síntoma es causado
por ansiedad, el/la niño/a deberá volver a la escuela inmediatamente.
Los/as niños/as con dolor de garganta,
tos moderada, secreción nasal u otros síntomas de resfriado, pero sin fiebre,
pueden ser enviados a la escuela. Los/as niños/as no deben permanecer en casa
por "parecer enfermos/as", "tener mal color", "tener
ojeras" o "estar fatigados/as".
4. Solicitar la asistencia del
personal de la escuela.
Deben informar al/la maestro/a de la
escuela que, si los síntomas del/la niño/a aumentan, deje que se relaje de 5
a 15 minutos en otro lugar, en lugar de enviarlo/a a casa.
Si el/la niño/a tiene algunos temores
especiales, como recitar en clase, el/la maestro/a generalmente hará
concesiones especiales.
5. Hablar con el/la
niño/a sobre su temor a la escuela.
En algún momento, que no sea una
mañana de escuela, hablar con el/la niño/a sobre sus problemas, alentarlo/a a
decir exactamente lo que le molesta, preguntarle qué es lo peor que podría
pasarle en la escuela o en el camino a la escuela. Si hay una situación que
pueda cambiar, decirle que harán todo lo posible por cambiarla. Si les preocupa
que los síntomas puedan empeorar en la escuela, asegúrenle que puede relajarse
unos minutos en el colegio según lo necesite.
Después de escucharlo/a atentamente,
deben decirle que entienden sus sentimientos, pero que sigue siendo necesario
que asista a la escuela mientras mejora.
6. Ayudar al/la niño/a a pasar
más tiempo con otros/as niños/as de su edad.
Fuera de la escuela, los/as niños/as
con fobia escolar tienden a preferir estar con sus padres, jugar dentro de
casa, estar solos/as en su cuarto, ver mucha televisión, etc.
Muchos/as no pueden pasar una noche en
casa de un/a amigo/a sin desarrollar un sentimiento abrumador de nostalgia.
Necesitan estímulo para jugar más con sus compañeros/as.
Esto puede ser difícil para los padres
que disfrutan de la compañía del/la niño/a, pero a la larga es el mejor curso
de acción. Es necesario que alienten a su hijo/a para que hagan deporte (por lo
general, prefieren los deportes que no son de contacto físico). Además es
conveniente que envíen más frecuentemente a su hijo/a fuera de casa o a las
casas de otros/as niños/as. Pueden invitar a los amigos/as de su hijo/a a salir
con su familia o a pasar la noche en su casa. La experiencia en un campamento
de verano podría resultarle sumamente beneficiosa.
Apunte de programa:
·
Detectar el origen de la
fobia: relaciones con el/la profesor/a o compañeros/as.
·
Colaborar con el/la
profesor/a, director/a, psicólogo/a para establecer un plan de acercamiento al
centro.
·
Jerarquizar las
situaciones de menor a mayor miedo. Ejemplo:
·
El/la niño/a junto con
la/el madre/padre visitan con frecuencia el edificio y los patios de la
escuela.
·
Madre/padre e hijo/a
entran en el edificio de la escuela, pasean por él y miran cómo juegan otros/as
niños/as.
·
Madre/padre e hijo/a
entran en el aula vacía y permanecen allí un rato.
·
Un/a compañero/a acompaña
al/la niño/a en el aula vacía. La/el madre/padre está con ellos y promueve la
interacción.
·
La/el madre/padre se sitúa
delante de la puerta del aula, permaneciendo atenta al/la niño/a.
·
La/el madre/padre se aleja
del aula pero permanece en los alrededores.
·
El/la niño/a asiste
durante unos minutos a una clase mientras es esperado/a por su madre/padre
delante de la puerta.
·
El tiempo de asistencia a
la clase se alarga paulatinamente, mientras la/el madre/padre aguarda cerca del
aula.
·
Mientras el/la niño/a
asiste a las clases la/el madre/padre lo espera delante de la escuela,
recogiéndolo/a a una determinada hora
Si mientras se lleva a cabo el proceso
de acercamiento gradual al estímulo fóbico (colegio, clase, compañeros,
profesor...) se le proporciona al/la niño/a información-satisfacción de cómo va
superando su miedo se acelera el proceso de extinción de la conducta fóbica.
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